Travesuras

Martín y su primo Hernán habían sido compañeros de juegos desde muy chicos. Buenos amigos durante el año, inseparables secuaces en las vacaciones. Ricardo era el mayor, y por lo tanto el líder. Pero Martín y Hernán siempre habían sido los que planeaban las travesuras. Ellos fueron los que habían cruzado el alambrado y habían robado moras del árbol vecino. Habían sido ellos los que hicieron pis en la acequia. Ahora Martín estaba solo. Y los juegos simplemente ya no eran tan divertidos. Ni sacarle a su Abuela la llave de la habitación cerrada, ni siquiera convencer a Ernestito para que lo acompañe en sus travesuras. Toda la diversión estaba teñida de bronca. No de la ausencia, esa sólo causaba dolor. La bronca provenía del olvido. De que todos, menos él, deseasen olvidar. Los grandes guardaban silencio. Sofia nunca hablaba de su hermano. Todos actuaban como si Hernán nunca hubiese existido.


Leer al azar otro micro relato.