Días felices
La idea la había tenido Marcelo. Ya se estaba convirtiendo en tradición. Cada año iban a la casa de la Abuela para cenar en Nochebuena. Al día siguiente los grandes partían. Entonces, desde la tarde de navidad hasta la noche de reyes todos los nietos quedaban bajo la custodia de la Abuela. Federico se opuso a esta idea por instinto. No le gustaba dejar a sus hijos al cuidado de la Abuela. Aunque no importaba tanto cómo era la relación que él tenía con ella. La Abuela siempre había sido amable y cariñosa con sus hijos. Y ellos disfrutaban de la compañía de sus primos. Así que finalmente la idea de Marcelo prosperó. Casi sin darse cuenta ya habían pasado tres navidades con este rito. Por unos días los chicos eran malcriados. Los adultos tenían un poco de paz. Marcelo estaba contento. Por unos días podía sacar a su madre de la soledad que la había embargado hacía diez años.
Leer al azar otro micro relato.
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